Un autor alemán dijo una vez, “La cultura es como disolver un Alka-Seltzer en un vaso con agua. No lo ves, pero de alguna forma está haciendo algo.”
Ya sea que estemos trabajando en un proyecto en el extranjero, participando en un equipo de proyecto internacional, vendiendo algún producto en un mercado extranjero, o como estudiante internacional de gestión de proyectos, constantemente estamos en contacto con diversos tipos de culturas.
Es importante tener claro desde el principio, que la cultura abarca mucho más que la cultura nacional, que es a menudo, lo primero que nos viene a la mente cuando citamos retos interculturales.
Ciertamente, la cultura es un atributo nacional. Por ejemplo, como nos saludamos (apretones de manos en los EE.UU., o besos en Argentina) o lo que valoramos como elemento central de nuestra identidad (el multiculturalismo en Canadá, o jerarquía en Japón) son diferencias que pueden y deben distinguir a los países.
Pero más allá de la cultura nacional en la que vivimos y trabajamos, la cultura, también nos afecta a nivel corporativo, generacional, regional e individual.
¿Es cultural?
“Las cuestiones culturales” son una razón comúnmente citada del porqué los proyectos tienen problemas. Desde las barreras del idioma, diferentes nociones del tiempo y desalineadas formas de ver la gestión de riesgos, terminan siendo la forma de encontrar un culpable. Pero, ¿es siempre la razón de fondo?
Como alguien que ha desarrollado una carrera en ayudar a las personas y a las organizaciones a gestionar de forma eficaz las diferencias culturales, es posible que se sorprenda al saber que yo sea una de las primeras que piensan que no todo es cultural, al menos en el sentido tradicional.“Cultura” es una palabra muy popular en estos días y en muchos aspectos, muchos temas se han convertido en “culturales”. Pero cuando damos un paso atrás, nos damos cuenta de que, en realidad, no todo lo es. Un gerente de proyecto eficaz comienza planteándose la pregunta: “¿Podría ser algo cultural?” Y está dispuesto a descartarlo.
Es importante tratar la información provisional y luego observar los comportamientos de las personas en nuestros equipos de proyecto. La próxima vez que sospeche que la cultura es el tema en cuestión, pregúntese: “¿Estoy tratando de coincidir con los comportamientos esperados de las culturas?”
Por ejemplo, cuando se trabaja con los alemanes, podemos pensar en la tendencia de Alemania a ser una cultura exacta con orientación temporal.
Como resultado, podemos esperar que nuestros colegas alemanes llegarán siempre a tiempo a las reuniones, o terminarán las tareas a tiempo. Sin duda, en un país de más de 81 millones de personas, habrá alguien que tienda a llegar tarde, o tal vez hay otros factores que influyen en su capacidad de llegar a tiempo, como un problema local, una cuestión personal, o factores externos al proyecto. El gerente de proyecto exitoso observa y observa de nuevo, y realiza un seguimiento de lo que él o ella se percatan. En muchos casos en general, será acorde con las tendencias culturales, pero a veces caerá fuera de la norma que se espera. Los gerentes de proyecto deben ser a la vez lo suficientemente abiertos para tamizar a través de las posibles razones detrás de un problema, y lo suficientemente seguros como para reconocer y actuar en consecuencia.
Si no es cultura, ¿qué es?
Las culturas son grupos. De hecho, nosotros no nos enganchamos con las culturas. Interactuamos con los individuos de una cultura en nuestro equipo. Existen patrones culturales, pero también hay muchas excepciones debido a que las culturas son complejas, no son exactas o perfectas. Entonces si no es cultural en el sentido tradicional, ¿qué es?
Pregúntese si cualquiera de estos factores culturales desempeñan un papel:
¿Está relacionado con la cultura corporativa de la organización o el PMO?
Esto puede ser a menudo confundido en las culturas nacionales. Nosotros podemos hablar sobre equidad e igualitarismo en un país y encontrarnos en un ambiente increíblemente jerárquico.
¿Es un factor generacional?
Por primera vez tenemos cuatro generaciones diferentes en los equipos de proyecto en el lugar de trabajo de hoy. Por lo tanto pueden existir marcadas diferencias respecto a los valores y comportamientos cuando tocamos el tema de comunicación, trabajo/balance de vida, recompensas y reconocimientos.
¿Se hace de manera diferente en esta región del país?
Incluso dentro de un país, las mentalidades a menudo varían de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo, o de costa a costa. Pueden haber variaciones marcadas en las actitudes, la política, las redes, y los factores de tiempo, entre otros.
¿Es un factor individual?
Los miembros del equipo pueden simplemente estar haciendo las cosas de una determinada manera, la cual es única para ellos como individuos, no por ser de una determinada organización, departamento, país, región, o generación. Las culturas personales se desarrollan como resultado de la personalidad, el país de origen, y la experiencia.
He descubierto el motivo. ¿Y ahora qué?
Cuando las cosas se encuentran en el tema cultural en el sentido tradicional, trabajar correctamente a través de las fronteras culturales, permite a un director profesional de proyectos volverse más dinámico. Estos son algunos consejos para empezar el proceso:
¿Cómo puedo saber cuándo debo adaptarme?
Una de las mejores respuestas es buscar momentos incómodos. Si no existen momentos incómodos, usted probablemente está haciendo algo mal, o no se está dando cuenta de una diferencia subyacente. Estas son nuestras pistas mentales donde existe una oportunidad de extendernos más allá de nuestra zona de confort. Adaptarse nos es algo cómodo. Hacer algo fuera de nuestra propia norma cultural – la forma en que lo hemos hecho por 20, 30, 40, 50, 60 años – debe ser algo incómodo para nosotros. Sin embargo, adaptarnos es una oportunidad de crecimiento para expandir nuestro repertorio de conductas.
Si trabajo en un equipo multicultural, ¿cómo puedo recordar todas las diferentes reglas?
Olvida el hacer y no hacer. Enfóquese en adquirir herramientas y no reglas para que usted desarrolle una mayor comprensión de las dinámicas subyacentes que impactan en las interacciones interculturales. Esto es lo que en última instancia, nos ayuda a averiguar cómo llegar mejor a la raíz del problema y resolverlo de una manera productiva y adecuada.
Ya sé mucho acerca de las culturas con las que estoy trabajando, así que debería estar bien, ¿verdad?
El conocimiento es un primer paso importante. Sin embargo, el poseer conocimientos culturales no hace una gestión profesional de proyectos culturalmente competente. Es necesario tener el conocimiento, el contacto, el procesamiento y la aplicación con el fin de comenzar a desarrollar las competencias.
Cuando se trata de cualquier tipo de cultura, la generalización nos ayuda a crear una lente para comenzar a comprender. Sin embargo, depende de nosotros como profesionales de la gestión de proyectos, afinar la vista y ver los retos que enfrentamos como la combinación única de factores que realmente son.