El comienzo del año es a menudo momento de resoluciones para realizar las cosas de forma diferente, pero también puede ser una oportunidad de ver las cosas de otra forma. A manera de ejercicio, eche un vistazo a la imagen y anote lo que ve al observarla.
¿Su lista incluye palabras como: “triste, estresada, molesta, fracasada, incrédula”, o “mujer sentada en la escalera, con la mano en la cabeza, vestida con chaqueta negra y camisa blanca”?
Lista # 1 está llena de interpretaciones. Lista # 2 está llena de descripciones.
Nuestro pensamiento refleja nuestros supuestos culturales y lo que vemos no es necesariamente lo que pensamos. Nuestra cultura es un conjunto de lentes, un filtro a través del cual interpretamos las cosas.
Por ejemplo, en nuestros equipos de proyecto, algunas culturas pueden interpretar las acciones de un miembro del equipo que habla fuerte y ofrece una opinión contradictoria a la del director del proyecto como una falta de respeto, perjudicial, e incluso ofensivo. Mientras, otras culturas pueden interpretar el mismo comportamiento como directo, eficiente y centrado en la tarea.
Así que ¿cómo va a decidir ver las cosas este año? Comience por “pensar acerca de su pensamiento”, una habilidad llamada metacognición. Donde equipos multiculturales están involucrados, empiece a desarrollar sus habilidades de metacognición cultural, o su conciencia acerca de sus propias suposiciones culturales, expectativas y normas mientras interactúa con otros.
Los interculturalistas Janet y Milton Bennett propusieron en 1975 un proceso que hoy día todavía puede ayudarnos mucho a hacer esto al comienzo del año. Este proceso es conocido como D.I.E., y nos brinda una manera de estructurar nuestros pensamientos a medida que encontramos diferencias en nuestros equipos de proyecto:
D.I.E:
1. Describir lo que estamos encontrando o lo que vemos. Mantenga la descripción de los hechos observables.
2. Interpretar lo que hemos descrito. Articular nuestros pensamientos sobre ello.
3. Evaluar cada interpretación. Incluir posibilidades tanto positivas como negativas.
A partir de ahí, estamos mejor preparados para tomar una decisión acerca de cómo lidiar con cada acontecimiento y además hemos fortalecido nuestras habilidades metacognitivas culturales mediante el estiramiento y la neutralización de nuestro proceso de pensamiento.
El estar resueltos a examinar las interacciones del equipo de proyecto en un contexto más amplio este año, será una herramienta valiosa para cualquier gestor de proyectos en su caja de herramientas. Después de todo, “Si todo lo que tienes es un martillo, todo te parecerá un clavo”.